El Plan Local de Acción Climática es una herramienta de planificación estratégica de un gobierno local que permite optimizar la gestión de recursos técnicos y económicos, internos y externos, para hacer posible la transición hacia una ciudad resiliente.
Para transformar estos desafíos en acción los gobiernos locales son actores fundamentales. Representan una autoridad visible y de cercanía para las ciudadanías. Conocen en profundidad las necesidades y oportunidades del territorio y son quienes deben responder ante emergencias climáticas.
Por eso promovemos un modelo de gestión basado en la participación ciudadana, la descentralización del poder y de la toma de decisiones, la reducción de las desigualdades, el uso eficiente de los recursos y los compromisos internacionales de impacto local.
Puesta en marcha
Trabajo mancomunado entre el equipo RAMCC y profesionales municipales. Fusión de ideas y conocimientos para abordar los desafíos climáticos desde diferentes ángulos.
Transversalización de la perspectiva de género y el análisis de la vulnerabilidad social en las estrategias.
Metas claras y seguimiento riguroso de acuerdo a las necesidades locales. Nos comprometemos a medir el impacto real y lograr un cambio significativo.
Fases del plan
Se realiza un inventario de gases de efecto invernadero (GEI), definimos una meta de reducción de GEI y se fijan acciones para alcanzarla.
Se evalúan riesgos climáticos, se definen objetivos para su prevención y se proyectan acciones necesarias en casos extremos.