Cañada Rosquín finaliza su primer Plan Local de Acción Climática: un compromiso con la sostenibilidad
El municipio de Cañada Rosquín ha dado pasos firmes en la implementación de su Plan Local de Acción Climática 2024 (PLAC), siendo el primer PLAC finalizado en el año 2025. Este documento estratégico busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y fortalecer la resiliencia ante los efectos del cambio climático. Con el apoyo de la Secretaría Ejecutiva de la Red Argentina de Municipios Frente al Cambio Climático (RAMCC), el municipio ha estructurado acciones concretas en mitigación y adaptación, integrando ambas estrategias para lograr un desarrollo sustentable.
Un llamado a la acción
La Presidenta Comunal, Ing. María Eugenia Racciatti, destaca la importancia de la gestión climática en la comunidad, subrayando que las acciones diarias tienen un impacto en el entorno y que cada individuo debe asumir su responsabilidad en la protección ambiental.
“Las pequeñas acciones sumadas generan un impacto significativo. Es hoy, es urgente, comprometernos y comprometer a quienes vivimos en Cañada Rosquín”, enfatiza.
Mitigación al cambio climático: medir emisiones de CO2 para reducir
En el eje de mitigación, el municipio se ha propuesto reducir sus emisiones en un 17,30% para 2030, con una meta de no superar las 52.603,596 toneladas de CO2 equivalente. Para lograrlo, se han establecido medidas como el reemplazo de luminarias en el alumbrado público, la promoción de movilidad sostenible, la gestión eficiente de residuos y el fortalecimiento de la infraestructura verde. A través de estas acciones, se estima una reducción aproximada de 11.001,20 toneladas de CO2 equivalente, reforzando la importancia de la cooperación y el financiamiento externo para su ejecución.
Adaptación al cambio climático: preparación y resiliencia
El municipio ha identificado amenazas climáticas como olas de calor, sequías, incendios forestales e inundaciones urbanas. Se han determinado sectores clave vulnerables como la agricultura, el suministro energético, la salud y la educación, y se han planteado respuestas específicas para minimizar los impactos. Entre las medidas adoptadas, destacan el mantenimiento y acondicionamiento del 100% de los caminos y desagües, la mejora de la cobertura arbórea y la reducción del riesgo de inundaciones en un 50% mediante planificación territorial y medidas de drenaje adecuadas.
Una de las fortalezas del PLAC es la sinergia entre las acciones de mitigación y adaptación. La incorporación de infraestructura verde no solo ayuda a capturar carbono, sino que también contribuye a la reducción de la temperatura urbana y a la disminución del riesgo de inundaciones. La gestión eficiente de residuos no solo disminuye emisiones, sino que también mejora la calidad de vida de la comunidad y refuerza la capacidad de respuesta ante emergencias climáticas. La planificación de espacios públicos con vegetación adecuada aporta tanto a la absorción de CO2 como a la regulación hídrica y térmica de la ciudad. Estas estrategias integradas demuestran que la sostenibilidad debe abordarse de manera transversal y con una visión de largo plazo.
El Plan Local de Acción Climática es una herramienta clave para garantizar un desarrollo sostenible y proteger a la comunidad de los impactos del cambio climático. Su implementación permitirá a Cañada Rosquín avanzar hacia la neutralidad de carbono al 2050, al tiempo que refuerza la resiliencia de la ciudad y su capacidad de respuesta ante eventos climáticos extremos. La participación activa de la comunidad, el sector privado y las instituciones gubernamentales será crucial para el éxito de este plan. Con un monitoreo continuo y ajustes dinámicos, Cañada Rosquín se posiciona como un referente en acción climática local, demostrando que es posible avanzar hacia un futuro más sostenible e inclusivo.Nota escrita por la Ing. Mirley Hernández y la Ing. Martina La Rosa
Equipo PLAC de la RAMCC