Cuando se piensan acciones para combatir el cambio climático, la más realizada y más conocida es la de plantar árboles. Los beneficios de los árboles (y del arbolado urbano) son muchos y bien conocidos y ayudan tanto a mitigar como a adaptarse al cambio climático. Ahora bien, ¿da igual cualquier especie de árbol? ¿Cuáles son los principales puntos a tener en cuenta para pensar un plan de arbolado urbano?

Irene Villa, coordinadora del área de Ambiente de la comuna de Chañar Ladeado cuenta que priorizan especies nativas de la provincia: “Hace 2 años que estamos trabajando con el diseño de arbolado, junto a la ingeniera agrónoma Silvina Sferco, modificando las especies que no se adaptaron en los últimos años y cambiandolas por nuevas especies que creemos que pueden llegar a adaptarse. Incluimos el guayabo colorado y palo amarillo. Para este año vamos a probar de plantar en una cuadra palo jabón”. Si bien estas especies son poco conocidas, resalta que también se han plantado otras especies nativas más comerciales, como el lapacho, jacarandá, tipa e ibirá pitá.

La plantación de un árbol es sólo una parte del plan de arbolado. Los verdaderos desafíos consisten en lograr las condiciones para que esos árboles persistan y lleguen a la adultez en buen estado. “Este año no vamos a focalizar en plantar árboles sino en hacer mantenimiento de los casi 500 árboles que plantamos en los últimos dos años. Las tareas de mantenimiento son desde poda de formación, control de hormigas y de enfermedades y asegurar el riego principalmente en primavera y verano”, mencionó Irene. Además, se promueve que los vecinos y vecinas se comprometan con los cuidados, mediante mantenimiento y avisos a la comuna ante cualquier inconveniente que estén sufriendo los árboles, e incluso solicitando árboles para las veredas.

Una acción novedosa que lleva a cabo la comuna es la plantación en las afueras de la localidad de otros árboles nativos de mucho valor, con el fin de que éstos sean semilleros para la reproducción de árboles a futuro y que la comuna pueda autoabastecerse. Se optaron por los árboles de espinillo, algarrobo blanco, chañar, cina cina, entre otros. “Vienen creciendo muy bien, no los atacan las hormigas, no tienen problema con el riego, se adaptaron bien al suelo, pero son especies de complicada incorporación a veredas por las espinas, pero muy valiosas para parques y plazas”, concluyó. 

Ésta es una de las acciones de adaptación al cambio climático que lleva a cabo Chañar Ladeado. Así el municipio reafirma su compromiso ambiental y busca hacer de su localidad un lugar más resiliente para su comunidad. 

Redacción: Sofía López

Analista de Planes de Acción Climática en RAMCC