Salta: la participación ciudadana como motor para la acción climática

7 de diciembre de 2023

Salta finalizó su Plan Local de Acción Climática, con objetivos trazados a 2030. Se trata de un trabajo conjunto entre el equipo técnico de la RAMCC y especialistas del municipio que apunta a crear una ciudad resiliente, optimizando todos los recursos disponibles y estableciendo alianzas entre sectores. En esta oportunidad, el proceso fue llevado adelante por la Subsecretaria del Observatorio de la Ciudad, Carla Arévalo. 

El municipio dirigido por Bettina Romero, antes de la realización efectiva del PLAC, llevó adelante el Inventario de los Gases de Efecto Invernadero (GEI), utilizando como base el año 2019. A lo largo del proceso, se desarrollaron estrategias de mitigación y de adaptación. La primera tiene por objetivo reducir las emisiones de GEI, mientras que la segunda, pretende adecuarse a los efectos del cambio climático. El Plan salteño se destaca, entre otras cosas, por establecer acciones que son tanto de adaptación, como de mitigación y, además, todas están basadas en la naturaleza. Es decir, integran componentes sociales, ambientales y económicos, reducen la exposición y promueven la conservación de los ecosistemas y biodiversidad local. 

Aprender una mirada sostenible 

La incorporación de una perspectiva que busca un impacto positivo en el ambiente no es una tarea que pueda quedar limitada a un área particular del gobierno local. Carla Arévalo asegura que la realización del PLAC les permitió identificar fortalezas y poner en valor muchas acciones que ya se estaban implementando en la ciudad para hacerle frente al cambio climático. Se trató de un aprendizaje interior para todo el equipo municipal, trascendiendo el trabajo del Observatorio y transversalizando cada área. La secretaría con Turismo, por ejemplo, trabajó junto a los hoteles de la zona para una propuesta sostenible para la próxima temporada. 

Un factor clave en el proceso del Plan Local de Acción Climática fue la participación ciudadana. A través de diferentes iniciativas, se han impulsado espacios de diálogo y cooperación con distintos grupos de la comunidad, involucrando a los vecinos. Se trabajó con el área de Juventudes, incorporando dinamismo a las actividades de educación ambiental, sumando concursos, lo que permite concientizar y masificar el mensaje climático. Respecto de la incorporación de ciclovías, Arévalo considera que: 

“Permitió democratizar la ciudad, atender a grupos que estaban excluidos, como los grupos de ciclistas. Esto no solo tuvo impactos ambientales, sino que vimos cambios en los números en siniestralidad vial. Bajó sustancialmente el número de participación de ciclistas en siniestro viales” 

Finalmente, desde la gestión de Romero, consideran que el trabajo realizado funciona como suelo para alcanzar nuevos objetivos. Destacan la importancia del Observatorio y el beneficio de contar con una infraestructura de datos espaciales para encontrar las salidas más eficientes para el municipio. En este sentido, plantean profundizar las acciones que ya se estuvieron implementando, como el reemplazo de lámparas por luminaria LED y les interesaría avanzar en las energías renovables en edificios públicos. Contar con un Plan Local de Acción Climática permite dar cuenta no sólo de los posibles puntos de eficientización sino que pone en valor el trabajo realizado, mostrando que todas las acciones tienen impacto en nuestro entorno. La diferencia se marca cuando los gobiernos locales toman las riendas y este impacto es más ameno y positivo para el ambiente.

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