Empleos Verdes
26 de Julio, 2023

Dí­a internacional de defensa del ecosistema de manglar: El rol de los manglares frente al Cambio Climático

Los ecosistemas de manglar son ambientes únicos que se encuentran en las regiones tropicales y subtropicales del planeta. Abarcan un total de 152.360 km2 a nivel mundial distribuidos en 123 paí­ses, sin embargo más de la mitad de esta superficie se encuentra concentrada en 12 paí­ses, siendo Indonesia el que presenta las condiciones climáticas más favorables para su desarrollo. En este paí­s se encuentra el 20% de la totalidad de los ecosistemas de manglar. La región de Sundarbans, es el bosque de manglar más abundante de la Tierra, el mismo se encuentra a lo largo de la frontera entre India y Bangladesh y tiene una extensión de 6.500 km2, extendiéndose hasta 85 km hacia el interior del continente.

¿Qué son los manglares? 

Los ecosistemas de manglar son formaciones leí±osas de entre 2 a 25 metros de altura compuesta por diferentes especies de árboles que se encuentran restringidos a las orillas en bahí­as, lagunas costeras, esteros, marismas y desembocaduras de rí­os. Estas especies de árboles presentan raí­ces aéreas especializadas que le permiten el sostén en los fondos lodosos y una respiración radical, ya que el sustrato en el cual se asientan posee una baja concentración de oxí­geno. Esto último sucede debido a que los manglares ocasionalmente son inundados por las mareas, sin o con poca influencia del oleaje. Incluso la distribución de estos ecosistemas depende del intervalo de las mareas, el declive topográfico y de la salinidad del agua y suelo. 

Estos ambientes naturales brindan importantes servicios ecosistémicos para ambientes costeros. Por un lado, presentan una importante biodiversidad de peces, moluscos y crustáceos. Sin embargo, no solo alberga fauna marina, también son el hábitat de numerosas especies de aves, mamí­feros, reptiles y anfibios, muchos de los cuales se encuentran en peligro de extinción y encuentran en estos ambientes los lugares adecuados para desarrollar sus estadios de reproducción o crecimiento. 


Por otro lado, funcionan como sitios de filtración de contaminantes de las aguas residuales gracias a sus raí­ces aéreas que los retienen. Estas raí­ces también permiten la retención de sedimentos que favorece a la estabilización de las áreas costeras. Además, estos complejos boscosos actúan como una barrera natural que reduce los riesgos de inundaciones frente a la incidencia de tormentas, huracanes y tsunamis. Esta capacidad le otorga una importancia destacada en su conservación, ya que la mantención de estos ecosistemas es una medida eficiente en la adaptación al cambio climático.

Sumado a lo anterior, los manglares tienen la capacidad de absorber dióxido de carbono de forma más rápida y eficiente que los bosques terrestres, llegando a almacenar hasta 5 veces más carbono por hectárea. A nivel mundial, son los responsables de capturar hasta 34 millones de toneladas de dióxido de carbono. En parte, esta capacidad de absorción está dada por la importante cantidad de materia orgánica que tienen los sustratos en los cuales se asientan los manglares. Las condiciones de anaerobiosis que se generan en estos ambientes, permiten que las tasas de descomposición sean menores y que exista una mayor acumulación de carbono en el suelo. Estas caracterí­sticas les otorgan a los ecosistemas de manglares un rol esencial en la mitigación al cambio climático actuando como sumidero de carbono. 

La gran biodiversidad asociada a los manglares los categoriza como uno de los ecosistemas más productivos de la Tierra y les permite ser fuente de sustento de gran parte de la población que se encuentra en sus alrededores. Estas poblaciones, caracterizadas principalmente por pescadores artesanales, utilizan estos ambientes como fuente de alimento y desarrollo económico. 

Teniendo en cuenta los importantes aportes que estos ecosistemas tienen a nivel mundial y para las poblaciones que se encuentran en situación de vulnerabilidad, resulta indispensable la protección de los mismos. Muchos de estos bosques se encuentran amparados dentro de distintas categorí­as de protección, y se combinan con actividades de turismo sostenible para promover la concientización acerca de la importancia de estos ambientes. 

Sin embargo, la sobreexplotación de recursos pesqueros y maderables, la expansión de la urbanización, los cambios en el uso de suelo, la fabricación de carbón vegetal, el avance de la frontera agrí­cola, la acuicultura y el desarrollo industrial son algunas de las amenazas más importantes que enfrentan estos ecosistemas. Estas actividades han generado la pérdida de importantes superficies de manglares y asociado a ellos la pérdida de innumerables especies e importantes emisiones de carbono a la atmósfera. Con respecto a este último punto, se estima que entre 150 millones y 1000 millones de toneladas de dióxido de carbono se emiten anualmente debido a la destrucción de los bosques de manglares en todo el mundo.

Frente a estas situaciones es indispensable la conservación y protección de estos ambientes. Para ello es necesario continuar desarrollando investigaciones acerca de los beneficios y ventajas que generan en las comunidades locales la persistencia de estos ambientes. Además, la decisión polí­tica y el desarrollo de polí­ticas públicas para la protección de los manglares tiene una importancia fundamental en la restauración y conservación de estos sitios. 

El proyecto "Empleos Verdes Locales: el rol de las Organizaciones de la Sociedad Civil como articuladoras de procesos de transición justa hacia una economí­a verde”, es financiado por la Unión Europea y ejecutado por la RAMCC como responsable y la Cámara de Comercio Italiana de Rosario, In Situ y Wageningen University & Research como socios implementadores.

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